Le tiran un pase y la para de pecho, la domina y mientras que la pisa levanta la cabeza, como mostrando a todos los que participan en el juego que la pelota es suya. En ese momento un rival se precipita enfurencido sobre nuestro protagonista buscando sacarle el balón, la actitud confiada y, porqué no, un par de huesos de su lugar. Pero al arrojarse al suelo con las dos piernas extendidas a una velocidad suficiente como para derribar a un animal, nuestro amigo levanta la pelota haciendo que todo el cuerpo del contrincante pase debajo de ella, poniéndolo en ridículo enfrente a todo el estadio que ahora clama -como asombrada, enardecida- por semejante maniobra. En ese momento, y con el envión de la jugada, el intrépido personaje encara al arco corriendo como si su vida estuviese en peligro. Y ya hartos de la falta de respeto, por haberlos expuesto ante todo el mundo futbolístico y por la actitud sobradora y displicente con que se maneja en la cancha, toda la línea defensiva con una sola mirada entendió lo que debía hacer: bajarlo. Entonces fueron los cuarto, uno atrás de otro, para cumplir con este acuerdo que, a pesar de no haber mediado ni una sola palabra, estaban dispuestos a respetar sin importar las consecuencias. El primero quiso cuerpearlo a la velocidad, pero nuestra supuesta víctima se corrió unos centímetros y el defensor pasó de largo, frenándose recién a unos tres o cuatro metros al caer al piso. La hinchada silbaba y se comenzaba a poner de pie, entusiasmada. El segundo defensor calculó la distancia y salió al cruce con una patada a la altura de la cintura, pero no pudo lastimarlo porque el protagonista se agachó eludiendola, y sufriendo las gastadas de los miles de fanáticos que ya se habían levantado de sus asientos asombrados por el nivel de destreza que este futbolista era capaz de brindar. El tercer y cuarto defensor fueron juntos y se pusieron a cada costado del jugador, y cuando ambos tiraron su cuerpo hacia el mismo para cuerpearlo y así desestabilizarlo y hacerlo mierda, en una increíble maniobra -como anticipandose- el favorito del público pisa la pelota y se detiene, haciendo que los defensores choquen entre sí y se desparramen en el piso vergonzosamente. Ahora sólo queda un solo obstáculo por vencer. El jugador levanta la cabeza y lo mira fijo al arquero. El arquero le devuelve la mirada. El estadio tenso, en silencio. En ese momento, como movido por una descarga eléctrica, el arquero sale corriendo, decidido, y así lo hace el jugador. Cuando están a punto de chocarse, a medio metro uno del otro, cuando se está por definir la jugada, miro el reloj y me doy cuenta que son las nueve menos cuarto y que tengo que ir al Scudetto porque ya empieza el partido, entonces apago la tele.
El partido comienza sin sobresaltos, se desarrolla sin emociones y termina en un pozo. Hubieron algunas jugadas lindas, pero nada mas. Había mucha tensión en la cancha, el partido podía ser para cualquiera. Pero bueno, ganó Nosotros por un gol. UN GOL.
Nosotros comienza el partido ganando por tres o cuatro goles. Después se acerca Ellos. Otra vez Nosotros se desprende y cuando parece que el resultado ya está definido, se acercan; de nuevo se establece una diferencia al final, pero Ellos sigue buscando y cuando están cerca del empate termina el encuentro.
La hinchada de Nosotros estaba loca. Llevaron bombos, trompetas, putas, alcohol; para la mitad del partido ya habían muerto quince personas. Alentaron por primera vez al equipo. Escupieron la mitad de lo que generalmente lo hace, rompieron sólo un cuarto de las instalaciones del estadio y cayeron en cana sólo treinta y seis personas.
Esta vez Nosotros aprovechó muchas oportunidades que generalmente desaprovecha al comienzo, aunque al final desperdició muchas -demasiadas- chances claras. Ellos buscó siempre el partido, supieron manejar la pelota cuando Nosotros cayó en un bajón, pero ahí Serra se hizo notar y atajó todo.
El técnico se presentó borracho a dirigir, tuvieron que expulsar a un par de gatos que quizo hacer pasar por integrantes del cuerpo técnico, y desde la página suponemos que debido a la victoria conseguida ayer debe estar, en este momento, garchando a lo pavote. Mejor vamos a los números:
Resultado general
Nosotros 12, Ellos 11
Goles
Masto 4, Pasto 2, Bonza 3, Otro 2, Pibe 1, Transformer 5, Fede 4, Rafa 1, Tipo 1.
Formación y puntaje
Nosotros (5)= Pibe (4), Serra (8), Bonza (5), Pasto (5), Burro (5), Otro (5), Masto (5).
Ellos (5,5)= Transformer (5), Fede (5), Manchester (5), Argentina (4), Rafa (4,5), Tipo (5), Arquero (6).
Mejor Jugador del Partido
Serra. Al igual que la fecha pasada, atajó muy bien. Determinante en el resultado. ¡Grande Serra!
Peor Jugador del Partido
Todos estuvimos en un nivel muy bajo.
Lírico del Partido
Otra vez no hay un lírico, pero sí una jugada lírica: un centro de Masto desde nuestro campo a la cabeza de Bonza, que la acomoda al lado del palo. ¡Qué pase, qué cabezazo!
Rústico del partido
Otro cuando le quizo sacar a Manchester la pelota y casi le saca el tobillo. Es un buen jugador, lírico, y aunque no fue con intención... ¡patadón!
La comisión directiva de Nosotros le pide a los simpatizantes que, a pesar de los resultados obtenidos, no se mal acostumbren. Saludos, terrícolas.
Yo: Fue un partido jodido pero nos vamos tranquilos porque dejamos todo en la cancha y llevamos una victoria para seguir soñando con el campeonato...
Periodista de Ole-mela-: Algo mas que quieras agregar?...
Yo: un saludo pa mi ama, mi apa y todo lo que me conocen... chau.
3 comentarios.
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