Ocho y media de la noche. La hinchada ya llegó, y mientras se acomodan y ocupan los últimos lugares -de platea y generales- empiezan a gritar cantos de todo tipo y color: canciones de aliento, de insulto, azules, negras, rojas, contra los jugadores que menos les gustan, contra la otra parcialidad. Empiezan a desplegarse banderas de distintos tamaños, colores, frases; algunas con dibujos de próceres de los clubes, otras con reclamos hacia alguna persona en particular, hay también aquellas que solo tienen escrito el nombre de una localidad o barrio, en fin, el número de borrachos y de muertos en las tribunas indican que ya están por ser las nueve y que el clima es óptimo para dar comienzo al partido.
Nueve de la noche. Los jugadores entran en el campo de juego y son recibidos con aplausos y papelitos de un lado, y con insultos y silbidos del otro. Genial. Esto nos dice que hay mucha expectativa por esta fecha. Los bombos y las trompetas comienzan a sonar, los fanáticos cantan, bailan y se emborrachan, los jugadores ocupan sus lugares y al pitar del árbitro roda la pelota. El técnico de Nosotros apenas sigue el partido sentado en el banco, confiado de que sus palabras llegaron a los jugadores y, mientras habla por teléfono de espaldas a la cancha, pide el presupuesto de algún gato loco para luego de finalizado el partido.
Nueve y un minuto. Gol de Ellos. La hinchada quedó enmudecida: los bombos dejaron de sonar, los borrachos dejaron de tomar, los barras dejaron de matar. El técnico manda a la puta a la puta y se pone a gritar a los jugadores por el error infantil que costó el gol, que cómo puede ser, etc.
Nueve y un minuto y cuarenta segundos. Gol de Ellos. Toda la gente que fue a ver a Nosotros todavía no terminó de analizar el primer gol cuando metieron el segundo, que sirvió igualmente de repetición, como en la televisión, porque fue exactamente igual al primero. Se comenzó a escuchar un leve rumor entre la gente, como un ronroneo que salía de la masa que miraba atónita el desarrollo del partido, que se extendió incluso cuando Nosotros empata el partido y luego lo supera por tres goles, porque era evidente la desorganización y la falta de compromiso en los jugadores, así como los errores boludos y los pases a cualquier lado que eran minúsculos comparados con las situaciones desperdiciadas en las llegadas milagrosas al otro área.
Nueve y cincuenta. Nosotros gana por dos goles y la hinchada se larga a cantar para darle fuerza a su equipo.
Nueve y cincuenta y tres. Nosotros le gana a Ellos sólo por un gol. La hinchada muestra su mejor costado, el de la paciencia, y no se desespera. "El que se enoja pierde" diría algún boludo, y la tribuna sabía de esta frase. Por eso antes que insultar y caer en actitudes vergonzosas prefiere cantar todavía más fuerte para mostrar que sea como fuere son de Nosotros, en cualquier situación.
Nueve y cincuenta y cinco. Ellos empata el patido. La hinchada de Nosotros mantiene la calma porque ve que todavía su equipo puede marcar, siente que está muy cerca el gol -pero la hora también. La confianza ya no es la misma que hace dos minutos, pero de todas formas la gente sigue cantando aunque ahora se escuchan un poco más los bombos y resurge el rugido, como un coro que contrasta contra algunos que cantan todavía.
Diez de la noche. Ganan Ellos por dos goles. La hinchada manda todo a la mierda y comienzan los insultos, los cantos, las banderas negras. Los barras destruyen el estadio para arrojar elementos al campo, los plateístas hacen lo mismo, y luego ingresan al campo cagándose a trompadas entre sí tanto los barras como los plateístas y los otros hinchas. Ahí entra la policía en escena a repartir balazos de goma y gases lacrimógenos entre los que querían salir del estadio por la salida, metiendo en prisión a algunas mujeres mayores de edad y a algunos niños.
Diez y media de la misma noche. Los jugadores salen del estadio y se dirigen a sus casas acompañados por multitudes de personas que, enfurecidas con aquellos, los siguen hasta sus casas insultándolos todo el tiempo y robando locales en trayecto.
Once y media de la noche. Se lo ve al técnico ingresando al cabarulo para "sacarse la bronca". Mierda.
Resultado general
Nosotros 12, Ellos 14
Goles
Otro 2, Pasto 4, Jose 4, Bonza 2, Transformer 5, Fede 5, Rafa 2, Manchester 2.
Formación y puntaje
Nosotros (4)= Pibe (5), Serra (6), Bonza (5), Pasto (5), Burro (5), Otro (5), Jose (6).
Ellos (4,5)= Transformer (5), Fede (5), Manchester (7), Argentina (4), Rafa (5), Arquero (5).
Mejor Jugador del Partido
Manchester. Jugó bien, muy claro el tipo.
Peor Jugador del Partido
Una mierda el partido. Todos estuvimos mal.
Lírico del Partido
Otro la pisa, la arrastra, corre, pasa,mete goles. No tuvo una actuación de la puta madre, pero es un jugadorazo. Aunque un caño de Jose estuvo bueno, y una jugada entre Manchester, Fede y Transformer también.
Rústico del partido
Rafa. Un par de patadas no son nada, qué se yo... común. ¡Pero ir al piso con los dos pies para adelante te clavan en esta categoría seguro!
No hay nada más que decir, de este lado por lo menos. Nos vemos la próxima.
1 Comment:
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- Anónimo said...
14/10/09ei actualiza esta porqueria